“No sabes si vas o vuelves, pero, cara al viento, no pierdes de vista la escarpada costa. Ves lo que ves en lontananza, pero también, entre efluvios salobres, aspiras el perfume de la albahaca y la acre humedad de las umbrías paredes ahumadas de incienso, así como, entre crujidos de maderas, el ronroneo marino y el griterío de las aves, oyes el seco sonido de una campana de barro. Por un momento, y en ese instante, te sientes inmortal a través de la muerte. Las distancias se suprimen y el tiempo queda detenido.”
Francisco Calvo Serraller