Santiago de Compostela, 1962.
Licenciada en Bellas Artes, especialidad de escultura por la Universidad Complutense de Madrid. Profesora agregada de dibujo en el Instituto Pontepedriña de Santiago. Trabaja el bronce, en piezas únicas o fundiendo dos cuando así lo considera, cuestión a destacar teniendo en cuenta la cantidad de piezas múltiples que aparecen con gran facilidad. Fiel al dibujo contenido acentúa el volumen, siendo éste quizás el rasgo de mayor expresividad en su obra.
La escultura de Estela Pintos habla de los momentos cotidianos que rodean nuestros días. Son visiones íntimas, incluso de cierto recato. Todo parece transcurrir con lentitud en la vida de los niños que juegan, de madres cercanas que acunan a sus hijos, parejas de enamorados absortos en un abrazo y serenas muchachas que dejan atrás la infancia. Por ello nos preguntarnos si son estos instantes los más importantes, pues nos acompañan sin darnos cuenta de su presencia. Pero viéndolos transfigurados por la mano de la escultora sabemos que nos dicen mucho más. Observamos que sus figuras aparecen frente al espectador mostrando una desnudez sin dobleces como consecuencia de una búsqueda de la belleza por sí misma y, al mismo tiempo, como una petición para detenernos y comprender el silencio de la vida.