Madrid, 1925.
Estudia Bellas Artes en la Escuela de San Fernando en Madrid. Obtiene el Premio Francisco Alcántara y la beca de la Fundación Juan March. Es compañera en su juventud de las pintoras Menchu Gal y Juana Francés con las que viaja por Europa para estudiar la pintura del momento. Expone de manera intermitente y se mantiene alejada de los circuitos comerciales aunque son de destacar sus muestras en la Bienal Hispanoamericana de 1951, las Bienales de Santander y Barcelona en 1955, las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y la muestra Las mujeres en el arte español, en el Centro Cultural Conde Duque en 1984.
Nella Pistolesi se mantiene fiel a una obra marcada por un tono intimista, melancólico, acusado sentimiento de tiempo evocado. La figura aparece en numerosas ocasiones sola y encajada en un primer plano que depende de un fondo simbólico, verdadera preocupación de la pintora por dar sentido al cuadro. Crea así el enigma reforzado por una sensación de liviandad y ligereza. En su paleta abundan los grises, negros y tonos opacos, y se afianza el valor del dibujo veraz y cerrado, aunque en ocasiones, sobre todo en sus trabajos sobre grueso papel entramado, las formas tienden a disiparse en consonancia con el soporte utilizado.
Pintura que se centra en el ser humano como eje vertebrador de un mundo en el que se perciben ecos de un cierto cine europeo que dejó profunda huella en el transcurso del siglo XX. Vienen a la memoria estampas de una sociedad aislada, perdida en un pasado de plenitud que se ha ido disolviendo en nuestros tiempos.